El protagonista de este cuento es uno de los cerditos, que, harto de que el lobo siempre se coma al cerdito (bueno, al menos que lo intente), decide cambiar la historia y cocinar él a su eterno perseguidor. Para ello, necesitará una olla, bastante agua, zanahorias, puerros… Y, por supuesto, el ingrediente principal, un lobo. ¿Habrá alguno en la despensa? El divertido y sorprendente final hará reír a pequeños y a mayores.